Útiles de cocina y barbacoa
Cubiertos de madera para cocina y barbacoa
En una buena cocina o barbacoa no podían faltar cubiertos de madera, mortero y un buen frutero.
Los cubiertos de negrillo (olmo) y castaño son grandes, cuchara y tenedor miden 40 cm de largos y la espumadera 50 cm. Los realicé para unos amigos para utilizarlos en la barbacoa. Las cucharitas de café son de madera de urz (brezo).
Los cubiertos de madera son una alternativa más sostenible y económica que los utensilios desechables tradicionales, ya que son igual de útiles, más resistentes y no dañan el medio ambiente, porque desaparecen sin dejar residuos visibles o tóxicos. Estas cucharas, tenedores, espumaderas o cucharillas de madera, muy similares a los convencionales, cuentan con gran capacidad para soportar temperaturas elevadas sin deformarse, además de no quemar al usarse.
Hay quien los utiliza de elementos decorativos.
La madera de olmo tiene un aspecto característico, con un marcado dibujo debido a los anillos de crecimiento. Es de textura gruesa a menudo, de grano irregular. Presenta un color pardo sienoso o rojizo con albura blanca amarillenta. Se seca pronto y es fácil de trabajar.
El olmo o negrillo es un árbol muy extendido por todo el hemisferio norte; sus maderas son bastante similares aunque pueden diferir ligeramente unas de otras por algunas de sus características. Las especies más importantes son el olmo rojo americano, el olmo blanco americano, el olmo montano, el olmo campestre.
El brezo tiene una madera muy dura y pesada, de un bello color rojizo, parecida a la del madroño; es muy buena como combustible y se aprovecha para hacer horquetas, cucharas, castañuelas y varas. También se lo echa picado como cama del ganado. Además, el brezo da un carbón de excelente calidad y sus ramas pueden utilizarse, cuando están tiernas, como alimento para el ganado. Tiene algunas aplicaciones en medicina popular y en la fabricación de utensilios de artesanía.
Por su gran resistencia a la sequía, su poder invasor, rebrotar de troncos, etc., tiene un papel muy importante en la economía rural, formación de suelos, etc.
Puertas de contadores
Otra tarea que me surgió fue preparar una puerta para el contador de la luz eléctrica y, como había de estar en el exterior, era necesario emplear maderas más resistentes: roble, olmo y castaño.
Puerta del contador de roble.
Joyero
Este joyero ya hace unos años que lo construí para mi esposa. Mide 23 cm de largo, 18 de ancho y 8 de altura. Todas sus caras están realizadas en taracea con distintas maderas: nogal, fresno, haya cerezo, sapeli…
En la portada de la tapa diseñé una filigrana geométrica enmarcada por una moldura de nogal, en la contraportada en cerezo compuse un rombo y las distintas caras motivos árabes.
Escuela. Pupitre
En mi niñez disponíamos de bancos y pupitres bipersonales en la escuela. Hace media docena de años, mi hija me pidió que le preparase uno como aquellos para que sus hijas hicieran el trabajo escolar.
Inicié el trabajo interesándome por alguno de ellos y visité la escuela del lugar. Ya no quedaba ninguno, pero una prima, que disponía de uno en su casa, muy amablemente me facilitó la labor. Realicé un esquema, lo acoté y me trasladé al taller para llevarlo a la realidad.
Había que hacerse con una madera de garantía y elegí castaño para el conjunto y pino para los barrotes de los pies.
Fruto de los deseos de mi hija y de la planificación y trabajo míos, conseguimos este modelo, fiel reflejo de los antiguos. Dispone de dos tinteros semejantes a los de antaño, de un gran cajón bajo su tapa gracias a que ésta la articulamos mediante unas bisagras, y de asientos abatibles, como aquellos.
Carrito de Astures y Romanos
Carrito de exposiciones
Mi hija en 2015 quiso participar a finales de julio en las fiestas de Astures y Romanos de Astorga (León). Me pidió que le preparase un carrito para colocar sus cosas. Me proporcionó modelos y me hizo un pequeño esbozo. Así que yo, durante quince días, me metí en el taller y conseguí este bello carrito con su muy valiosa ayuda. Hubo que hacerlo desmontable para poder introducirlo en el coche y poderlo trasladar a Astorga. Más tarde, en agosto, su hija lo lució en la fiesta de Andiñuela (León).
Este año que acaba de finalizar lo volvió a colocar ante la casa el día de la comunión de sus hijas.
Estuche y castañuelas de mi esposa
Mi esposa también tiene sus castañuelas con sus preciosas borlas maragatas y su estuche para guardarlas. La caja, que mide 25 cm de larga, 19 de ancha y 7,5 de alta, está hecha en madera de nogal. Bajo la moldura de la tapa, lleva una cenefa maragata y un bonito cierre de latón en el frente. La portada presenta un marco en nogal con moldura preparada a mano, dentro de él, separado por una fina línea de pino, se encuentra un motivo floral (pensamientos) en un fondo de nogal negro. La contraportada está elaborada en taracea con sus iniciales, también en nogal, dentro de un rombo de boj y haya, a su vez en el interior de una composición de nogal con orla de coral.
Las castañuelas, con sus iniciales grabadas, las realicé en madera de iroco. Sus borlas, típicamente maragatas, fueron fruto de una larga y laboriosa tarea que ella, mi esposa, consiguió con mucho esmero.
Carraca y bufonas
Instrumentos tradicionales y juguetes
La carraca era un instrumento de madera usado en La Maragatería (León) en la semana santa, normalmente por los niños o rapaces, para tocar a misa o al rosario, para llamar a concejo y a la vecera. Impresionaba su utilización el día de miércoles santo por la noche en la iglesia por el estruendo que se hacía con ella durante el oficio religioso.
Los rapaces todos teníamos este instrumento, fabricado por nuestros padres y que utilizábamos durante esta semana aludida.
Estaba formado por un eje que servía para darle vueltas y que disponía, en su parte central, de un cilindro dentado sobre el que se fijaban unas tablas finas que al dar vueltas el instrumento golpeaban en cada diente de él, produciendo el sonido característico.
Esta la realicé hace dos años como recuerdo para mis hijos. Es de madera de fresno (el eje) y chopo.
Presenta en las tablas y en la estructura de una grabación de rombos maragata.
Armario inspirado en la Mezquita-Catedral de Córdoba
Armario en estilo árabe
Hace un tiempo, mi yerno me habló de que le sería muy útil un pequeño armario de estilo árabe para depositar ciertas cosas muy apreciadas por él.
Me puse manos a la obra, sin prisas, y salió este mueble, que le satisfizo sobre manera.
Conocía su interés por el arte árabe, así que empecé a buscar fotografías de los monumentos españoles, especialmente de la mezquita-catedral de Córdoba, y fui preparando los dibujos que me servirían como diseño de las caras de la caja.
Una vez realizada la estructura, inicié la construcción de las fachadas, las laterales, la posterior y, para terminar, las puertas de la parte frontal.
Para todas las caras me inspiré en los ventanales y puertas de la mezquita-catedral, en sus arcos y decoración.
Las distintas caras están realizadas básicamente en madera de nogal, los arcos y capiteles en saúco y arce (las piezas claras) y sapeli (las dovelas de ladrillo) y las columnas, en nogal negro. Las distintas cenefas que remarcan y decoran el conjunto son de madera de arce. La superficie que rodea a los arcos es una composición de diversas maderas incrustadas. El resto de la decoración, de composiciones geométricas, pertenece a la de los ventanales árabes y realizada en maderas de sapeli y haya.
Los distintos cajones y sus tiradores son de nogal, aquellos con el frente rodeado por una moldurita, hecha a mano.
Las bisagras y demás herrajes son de latón.
Para la superficie superior preparé un arabesco con nogal, haya y plátano (labor de artesanía delicada y muy minuciosa), que encuadré dentro de una cenefa de sapelli y haya. Concluí la taracea rodeándola de un marco de nogal rematado mediante una pequeña moldura hecha a mano.
Estuche y castañuelas (IV)
Estuche para castañuelas de madera de Morera para mi nieta. Moldura superior y patas realizadas a mano. Las borlas preparadas por su abuela.